EL RÉGIMEN DEL ARMARIO EN EL CONTEXTO ESPAÑOL

 

THE CLOSET REGIME IN THE SPANISH CONTEXT

 

LE RÉGIME DU PLACARD DANS LE CONTEXTE ESPAGNOL

 

Alberto Poza Poyatos

Universitat Oberta de Catalunya

apozap@uoc.edu

https://orcid.org/0009-0003-8970-3123

 

Fecha de recepción: 29/04/2024

Fecha de aceptación: 10/05/2024

DOI: https://doi.org/10.30827/tn.v7i2.30695

 

 

[Sáez del Álamo, Javier. Biopolítica del armario. Barcelona, Bellaterra, 2024]

 

Resumen: Biopolítica del armario se postula como una obra de referencia para los estudios de género o estudios queer en castellano que pretendan una revisión teórica y situada sobre la cuestión de la visibilidad de la disidencia en el contexto del Estado español. La propuesta del autor, Javier Sáez del Álamo, es relevante no solo por la traducción del debate epistemológico inaugurado por Eve Kosofsky Sedgwick al contexto hispano contemporáneo, ni por el giro foucaultiano que podría implicar el binomio “biopolítica del armario”. Sirviéndose de una genealogía queer a menudo infravalorada en la academia española, Sáez plantea una obra vertebrada en torno al concepto del armario que aborda cuestiones materiales concretas que afectan a la visibilidad y al porvenir de las disidencias sexuales, pero también de las disidencias de género, de clase y raza, rechazando en todo momento la acepción individualista del armario favorecida por las políticas identitarias liberales.

Palabras clave: biopolítica; epistemología; armario; teoría queer.

 

Abstract: Biopolítica del armario [Biopolitics of the Closet] presents itself as a work of reference for Gender Studies or Queer Studies in Spanish that seeks a theoretical and situated review around the question of the visibility of dissidence in the context of the Spanish State. Javier Sáez del Álamo brings about a text that is relevant not only because of the translation of the epistemological debate inaugurated by Eve Kosofsky Sedgwick into the contemporary Hispanic context, or for the Foucauldian turn which may be implied by the binomial “closet biopolitics”. Using a queer genealogy often undervalued in Spanish academia, Sáez proposes a work structured around the concept of the closet that addresses specific material issues that affect the visibility and future of sexual dissidences, but also of gender, class and race dissidences, rejecting at all times the individualistic meaning of the closet favoured by liberal identity politics.

Keywords: Biopolitics, Epistemology, Closet, Queer Theory.

 

Résumé : Biopolítica del armario [Biopolitique du placard] se présente comme un ouvrage de référence pour les études de genre ou les études queer en espagnol qui cherchent une révision théorique et située de la question de la visibilité de la dissidence dans le contexte de l'État espagnol. La proposition de l’auteur Javier Sáez del Álamo est pertinente non seulement pour la traduction du débat épistémologique inauguré par Eve Kosofsky Sedgwick dans le contexte hispanique contemporain, ni pour le tournant foucaldien que pourrait impliquer le binôme « biopolitique du placard ». Utilisant une généalogie queer souvent sous-estimée dans le monde universitaire espagnol, Sáez propose un travail structuré autour du concept de placard qui aborde des questions matérielles spécifiques qui affectent la visibilité et l'avenir de la dissidence sexuelle, mais aussi la dissidence de genre, de classe et de race, tout en rejetant le sens individualiste du placard favorisé par les politiques identitaires libérales.

Mots-clés : biopolitique ; épistémologie ; placard ; théorie queer.

 

El argumento principal de Biopolítica del armario consiste en desplazar el uso metafórico del armario para privilegiar su conceptualización como dispositivo de poder. Con este objetivo en mente, los capítulos tres y cuatro repasan el trabajo de Michel Foucault y Eve Kosofsky Sedgwick con especial atención a los conceptos que articulan este texto: biopolítica y epistemología del armario.

Cuando a finales del siglo pasado la teórica queer estadounidense Eve Kosofsky Sedgwick publica Epistemología del armario (1990), lo hace a partir del análisis de un corpus literario de clásicos en su mayoría anglófonos y para defender la tesis de la emergencia, a finales del siglo XIX, de la sexualidad en términos de visibilidad. De acuerdo con esta autora, el discurso sobre la sexualidad que recorre el siglo XX se origina en la certeza en torno a un secreto: la sexualidad es algo que el sujeto puede esconder o confesar, pero que en cualquier caso lo determina y se encuentra en él.

En el ámbito de la política, los movimientos identitarios positivistas posteriores a Stonewall apelarán en estos términos de visibilidad a la confesión pública y orgullosa del secreto como medio para la liberación. Y como apunta Sáez, el coming out y el abandono del armario se convertirán, también en el contexto español, en el epítome de la libertad. Una libertad, eso sí, en términos individuales.

El concepto foucaultiano de biopolítica que aparece en el título de la obra de Sáez responde precisamente a la intención de desplazar este pensamiento del armario en términos de dispositivo epistemológico o de metáfora espacial individual para pensarlo en términos colectivos. La biopolítica, a fin de cuentas, refiere a las formas de gobierno modernas que se ponen como objetivo la gestión de la vida en su conjunto.

El carácter colectivo que tiene la biopolítica de entender el poder, aunado al despliegue de la epistemología anteriormente señalada, permite a Sáez hablar del armario en términos de régimen político. Sáez conceptualiza así el armario como un sistema político que categoriza cuerpos y gestiona sus posibilidades de vida, forzando el encaje del sujeto en un modelo construido en torno a la visibilidad o su negación. Aunque de forma desproporcionada y en ocasiones demasiado breve o superficial, el texto tiene una perspectiva amplia y toma en cuenta distintas intersecciones para mostrar cómo el armario divide a las clases sociales en subgrupos y territorializa el espacio social.

La territorialización del espacio, tal y como se trabaja en este texto, permite definir fronteras y dirimir zonas de aceptación de la disidencia y zonas libres de ella, algo que ya replican los discursos de odio en distintos estados europeos. Los subgrupos identitarios que genera el armario gestionan su visibilidad según el contexto, comprometiendo la consistencia de su visibilidad según su momento vital, su clase social, su género o su raza, lo que, como apunta Sáez, impide una forma de visibilidad que realmente favorezca un encuentro entre iguales y el surgimiento de un sentimiento de clase disidente. Sáez analiza este fenómeno en términos espaciales en el capítulo nueve, “Armarios al aire libre: cruising, váteres y otros espacios silenciosos”, que con apenas quince páginas deja mucha bibliografía ya disponible en castellano sin discutir.

Queda claro que, en este texto, el armario no es un método de producción de conocimiento sobre la orientación sexual de una persona, ni una metáfora para encuadrar la posición de un individuo respecto a la autorrepresentación y aceptación de su sexualidad en términos de visibilidad. Para Sáez el armario es una tecnología reguladora de lo público y lo privado que tiene claras implicaciones colectivas. En estos términos, el armario impide la autorrealización del individuo, pero también la movilización colectiva.

Aunque los efectos biopolíticos del armario suponen un costo vital para los sujetos que los padecen, en este libro no se ofrecen consejos ni soluciones para salir del armario, ni se abordan los procesos de creación e imposición del mismo. Los problemas para la salud mental derivados de la gestión y regulación de los cuerpos no heterosexuales son un problema secundario al propósito del libro, y también al objetivo principal del armario como dispositivo de poder. Es más, la necesidad de posicionarse con respecto al armario, aunque se inscriba dentro de la narrativa liberadora de la salida y la confesión del secreto, contribuye, según el autor, a sostener la estructura reguladora de este régimen. Estar fuera del armario no es más que una forma de existir con respecto a él, algo sobre lo que Sáez reflexiona de mano de autores como Paco Vidarte.

Además de Foucault y Sedgwick, este ensayo da espacio a los principales pensadores y pensadoras de la teoría queer: Judith Butler, Diana Fuss o Monique Wittig. No obstante, lo que realmente motiva el avance de la tesis de Sáez es la conversación entre teóricos y teóricas locales como Fefa Vila o Paco Vidarte, cuyas citas y obras vemos referenciadas a lo largo de todo el texto, suplementando y haciendo avanzar el pensamiento de autores y autoras de mayor renombre internacional. Serán estas voces hasta hace poco infravaloradas en la academia hispanohablante las que, junto a la de actores colectivos como La Radical Gai o LSD, adquieran protagonismo y posibiliten la politización del armario en los términos que propone Sáez y desde el contexto contemporáneo del Estado español.

De entre estas figuras minoritarias en la academia española, la figura clave en esta obra es la de la filósofa italiana Teresa de Lauretis. Es su pensamiento lo que permite a Sáez pensar más allá de la mera combinación de la epistemología de Sedgwick y la biopolítica de Foucault, concretamente utilizando la revisión que de Lauretis hace del término foucaultiano de tecnología en su texto de 1987 Technologies of Gender. Essays in Theory, Film and Fiction, recientemente reeditado en castellano.

Los capítulos tres y cinco, “El armario como tecnología” y “Corporalidades: un esqueleto en el armario”, traen a colación a de Lauretis como pegamento teórico para los conceptos de biopolítica y de epistemología. La concepción de sujeto de de Lauretis, como algo siempre corpóreo y en relación dinámica con lo social, permite pensar el armario ya no como un régimen político externo que le acontece al sujeto, sino como un dispositivo corporal que se le implanta. El armario como dispositivo corporal, en tanto que regula lo que el cuerpo puede mostrar, lo moldea, constituyéndose como una tecnología que, como apunta Sáez, funciona en términos de género, pero también en términos de racialización y colonialidad al exportar a otros contextos nuestras asunciones sobre la identidad sexual. El armario, dice Sáez con de Lauretis, se nos implanta en el cuerpo a través de los señalamientos, no para marcarnos como homosexuales, sino para sostener la heterosexualidad obligatoria y engendrarnos como sujeto dentro de este sistema. La implantación de una cultura supremacista a través de lo que de Lauretis llamó prácticas cognitivas y Foucault tecnologías del yo permite pensar el funcionamiento del armario como tecnología, como una red de dispositivos implantados en el cuerpo que genera efectos biopolíticos.

Lo que demuestran los distintos capítulos de esta obra, especialmente a partir del capítulo siete, es que el propósito de un dispositivo de poder como el del armario es, en última instancia, el de sostener un régimen político que regule el acceso a la visibilidad, a la política como espacio de acción colectiva y a los horizontes de futuro que pudieran surgir de dicha acción. Poco importan las pretendidas certezas identitarias del maltrecho régimen heterosexual, o castigar a quienes se salen del camino de lo normativo.

Sáez ilustra la prevalencia del armario en el mundo contemporáneo de manera muy imaginativa en el capítulo ocho, “Armarios del mundo, uníos: capitalismo y termodinámica del armario”, señalando como responsable de la universalidad de este régimen a su adaptabilidad y efectividad. El armario, señala Sáez, se mantiene vigente en tanto que ostenta la capacidad de ofrecer marcos de visibilidad regulatorios que se ajustan al momento, combinando las dosis adecuadas de racismo, machismo, homofobia o explotación laboral requeridas en cada contexto. Así, en este capítulo el autor revisa las políticas identitarias de lo LGTBIQA+ y sus promesas de liberación basadas en la visibilidad y el coming out, no como una victoria colectiva, sino como el síntoma de una transformación del dispositivo del armario, que ya no regula las disidencias a través del silencio y la censura, sino que promueve su inclusión en los circuitos de consumo donde se produce la subjetividad contemporánea.

El análisis marxista e interseccional del concepto del armario es explícito a lo largo de todo el texto, con el capítulo diez, “Armarios sin fronteras: un enfoque interseccional y decolonial” dedicado en su integridad a este último aspecto. Cabe destacar el esfuerzo que se hace en el capítulo once, “Mal de armario: archivo, trauma, heterotopía y temporalidad”, por pensar el archivo queer y traer al texto los distintos intentos que se han llevado a cabo en el Estado español por sacar del armario estas experiencias sujetas a la paradójica exigencia de llevar una existencia de invisibilidad explícita.

 

Bibliografía

De Lauretis, Teresa. Technologies of Gender. Essays in Theory, Film, and Fiction. Bloomington, Indiana University Press, 1987.

____. “La tecnología del género”. Diferencias. Madrid, Horas y Horas, 2000, pp. 49-91.

Sedgwick, Eve Kosofsky. Epistemology of the Closet. Berkeley, University of California Press, 1990.

____. Epistemología del armario. Barcelona, Ediciones de la Tempestad, 1998.