Cómo citar este artículo: Abad, G. y García, I. (2025). El conflicto, constante en la conducta humana.
La conflictividad en las escuelas de la Comunidad Autónoma de La Rioja (España). RETOS XXI, 9, 1-20,
El conflicto, constante en la conducta humana.
La conflictividad en las escuelas de la Comunidad Autónoma de La Rioja
(España)
Conflict, a constant in human behavior in the schools in La Rioja (Spain)
Gabriel Abad San Martín
1
e Inmaculada García Martínez
2
Fecha de recepción: 07/10/2024; fecha de aceptación 11/12/2024
RESUMEN
Los ambientes de violencia escolar se han
elevado en los años actuales y vaticinan
que dichos escenarios van a ir
progresando; por ello, la situación produce
alarma en el conjunto de la colectividad
educativa. El horizonte de conflictividad se
refleja a nivel de los distintos espacios
escolares: Clases, pasillos, aseos,
guardarropías, patios, refectorios, etc. Las
situaciones violentas se originan por parte
del alumnado en relación con compañeros
y el profesorado, siendo bien conocidos los
1
Dr. en educación, Universidad Internacional Iberoamericana, gabriel.abad@doctorando.unini.edu.mx, ORCID:
https://orcid.org/0000-0003-3146-8389
2
Dra. en educación, Universidad de Granada, igmartinez@ugr.es, ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2620-
5779
ambientes de agresividad que sufre el
profesorado, bien por parte de los
estudiantes, como por parte de sus
familias. El presente artículo tiene la
finalidad de analizar las heterogéneas
dinámicas de violencia en La Rioja
(España), haciéndolo dentro del desarrollo
de aprendizaje en diez Centros de Infantil y
Primaria. Para ello, se administraron dos
cuestionarios adaptados: La escala
European Bullying Project Questionnaire y
la escala European Cyberbullying
Intervention Project Questionnaire. A
tenor de los hallazgos encontrados, se llega
EL CONFLICTO, CONSTANTE EN LA CONDUCTA HUMANA. LA CONFLICTIVIDAD EN LAS ESCUELAS DE LA
COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA RIOJA (ESPAÑA)
RETOS XXI, AÑO 2025, VOLUMEN 9
2
a la conclusión de que las personas que han
sido atormentadas adquieren un mayor
riesgo de sufrir problemas emocionales y
conductuales a posteriori y que las
consecuencias de sufrir acoso en la niñez
se amplían significativamente a largo
plazo, pudiendo concluir en suicidios. Las
implicaciones prácticas del estudio
concluyen en que los momentos más
frecuentes en los que suceden las
situaciones de conflictividad son los de
descanso del alumnado, los recreos,
aunque también acontecen dentro del
aula, al verificarse que se infringen las
normas de convivencia.
Palabras clave: Conflicto, violencia,
agresividad, bullying, ciberbullying.
ABSTRACT
Violent environments at school have
increased in recent years and it is predicted
that these scenarios will continue to
progress; therefore, the situation causes
alarm in the entire educational
community. The horizon of conflict is
reflected at the level of the different school
spaces: Classrooms, corridors, toilets,
cloakrooms, playgrounds, refectory, etc.
Violent situations originate from students
in relation to classmates and teachers. The
aggressive environments that teachers
suffer are well known, either from
students or from their families. The
purpose of this article is to analyse the
heterogeneous dynamics of violence in La
Rioja (Spain), doing so within the
development of learning in 10 Infant and
Primary Centres. To do so, two adapted
questionnaires were administered: The
European Bullying Project Questionnaire
scale and the European Cyberbullying
Intervention Project Questionnaire scale.
Based on the findings, it is concluded that
people who have been bullied have a
higher risk of suffering emotional and
behavioural problems later on and that the
consequences of being bullied in childhood
are significantly amplified in the long term
and can lead to suicide. The practical
implications of the study conclude that the
most frequent moments in which conflict
situations occur are during students'
breaks, during recess, although they also
occur in the classroom, when it is verified
that the rules of coexistence are violated.
Keywords: Conflict, violence, aggression,
bullying, cyberbullying.
ABAD Y GARCÍA MARTÍNEZ
INTRODUCCIÓN
La violencia en las Instituciones escolares
ha adquirido, desde los años setenta, una
dimensión respetable en países como
EE.UU., Suecia, Noruega y Reino Unido.
Pero su entorno no es tan alarmante como
en Estados Unidos: allá se han instalado
detectores de metales en los accesos de
muchas escuelas para evitar la entrada de
armas, incluidas las de fuego.
A nivel de la sociedad, la violencia
en las instituciones educativas crea una
preocupante situación.
Se corre el riesgo de equivocarse si
cuando al hablar de conflictividad escolar
se dedica el diseño a situaciones de
violencia física. La violencia física no es
única. Con ella cohabitan otras clases de
procederes que irradian insociabilidad y se
adoptan en ambientes de conflictividad.
El conflicto forma una parte del
acontecer humano; en el sentido más
positivo es una obligación para dominar las
diferentes etapas de la vida que conducen
a la madurez y en sentido más negativo se
convierte en desafío, pues está presente
dentro de las relaciones interpersonales,
dentro de los grupos de iguales, en la
familia y en las propias instituciones
educativas (Gil Monte et al., 2024).
Según Jehn Burton (2014) un
conflicto es un escenario en el que una o
ambas partes opinan que sus intereses,
metas, necesidades o valores son
incompatibles o inaceptables. Como las
partes ostentan una correlación
interdependiente, eso significa que la
resolución del conflicto se encuentra en
manos de las resultas de la otra parte
(Yildiz, 2023).
En términos técnicos, el conflicto se
define como un proceso que germina
cuando dos o más partes tienen objetivos,
intereses o valores incompatibles, lo que
lleva a una tensión o desacuerdo entre
ellas (Katz, 2018).
Autores como Siregar (2022), Kilag
et al. (2024) y Evans (2022) lo concretan
como un hábitat en el que dos o más partes
tienen metas disconformes o contienden
por los recursos limitados. Ocurre debido a
diferencias en los beneficios, fines,
fortunas, discernimientos y sentires de
cada parte.
Desde el inicio, es importante
aclarar que conflicto y violencia no son lo
mismo, siendo esta última una clara
muestra del primer término (Rapoport,
2020). La violencia continuamente va
amparada de desconocidos conflictos,
pero el conflicto no siempre comporta
escenarios de violencia. Aunque esta
EL CONFLICTO, CONSTANTE EN LA CONDUCTA HUMANA. LA CONFLICTIVIDAD EN LAS ESCUELAS DE LA
COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA RIOJA (ESPAÑA)
RETOS XXI, AÑO 2025, VOLUMEN 9
4
cuestión pueda considerarse en cierto
modo insignificante, no se concluye así de
la literatura publicada donde se vislumbra
una disparidad de consenso que nos
conduce a definiciones dispares y al
manejo de muchos vocablos asociados a
conflicto o, cuanto menos, de análogas
características (Tehrani y Yamini, 2020).
En conclusión, el conflicto es un
asunto natural que brotó en todas las
culturas y épocas. El conflicto puede ser
provechoso para la creación de
permutaciones y mejoras, pero también
puede causar daños y perjuicios a las
personas implicadas. Es trascendental
localizar formas de solucionar los
conflictos de modo efectivo para evitar
daños y perjuicios a las partes
involucradas.
En el espacio educativo se esgrimen
otros términos similares como
desobediencia o mal proceder. Algunos de
los principales vocablos que acompañan al
acoso se sintetizan en la figura 1.
Figura 1. Terminología relacionada con el acoso.
El conflicto, de acuerdo con autores
como Nickerson (2024) es una situación
que surge como consecuencia de la
aparición de un desafío o amenaza a los
intereses o necesidades de un sujeto o
grupo de sujetos, lo que desemboca en
enfrentamiento entre dos partes.
La violencia, aflora como
comportamiento agresivo que renace del
conflicto y cuya finalidad es la de provocar
daño físico, verbal o psicológico a una
tercera persona (Trianes, 2000).
Es, sin lugar a duda, un proceder
esquivable que supone un obstáculo para
el desarrollo social del individuo y de su
vida en colectividad.
Por su parte, la agresividad hace
alusión a una manera de comportamiento
que procura herir física o psicológicamente
a alguien, provocando rechazo (Cerezo,
1997). Puede existir a favor de unos
objetivos e ir encaminada a la tramitación
de complicaciones interpersonales. En esta
línea, la agresión aparece como ese acto
palpable, materializado, de la agresividad.
De manera más concreta, surge el
término anglosajón bullying. Azúa Fuentes
et al. (2020) sostienen que surge cuando
existe un abuso sistemático de poder. En
español su sinónimo podría ser
intimidación.
ABAD Y GARCÍA MARTÍNEZ
Trianes (2000) lo define como
"comportamiento prolongado de ofensa,
retroceso social, amenaza y/o provocación
física de unos alumnos contra otros, que se
convierten en torturados por sus
compañeros" (p. 23-24).
Moyano y Sánchez-Fuentes (2020)
subrayan que se produce cuando un
alumno es agredido de manera verbal,
física o psicológica y que esa agresión la
ejecuta otro alumno o grupo. El
ciberbullying sería igual que el bullying,
pero en contextos digitales. (Hou, 2023).
Un término más concreto sería el
acoso psicológico, que consiste en el
descrédito público, constante y
malintencionado de una persona.
(Martínez-Otero Pérez ,2017) Su intención
es humillar al otro y damnificar su
autoconfianza frente a los demás.
Por su parte, el Ciberstalking, se
conoce como la práctica de averiguar en la
información digital de la persona
torturada, a fin con el intento de encontrar
información pretérita, íntima o personal
que sirva para agredirlo anónimamente
El Grooming, también denominado
acoso pederasta, alude a las conductas
llevadas a cabo por un mayor para
apoderarse de la intimidad de un menor de
edad, con la idea de seducirlo
sexualmente.
También de carácter sexual, se
sitúa la Sextorsión, intimidación o
extorsión de una persona por uno o varios
sujetos que de algún modo disponen de
material íntimo de su propiedad
(imágenes, videos, mensajes, etc.).
La Difamación en redes sociales,
consiste en el desarrollo de campañas de
maledicencia, caricaturización o incitación
al linchamiento en contra de una persona
por medio de instrumentos digitales y de
cuentas falsas.
Por último, el Bombardeo
comunicacional a situaciones de llamadas,
recados u otro tipo de comunicaciones que
se dan de modo intenso, pertinaz y opresor
en redes sociales, videojuegos o servicios
de videollamadas, mensajería y correo
electrónico, con la finalidad de ultrajar,
atracar y atormentar a la martirizada,
frecuentemente como una afanosa actitud
de venganza o de supuesto castigo.
Siguiendo a Viñas (2004), existen
diferentes conflictos en los colegios.
Dependiendo de los los protagonistas, se
pueden diferenciar cuatro grandes
categorías que se sintetizan en la Tabla 1.
EL CONFLICTO, CONSTANTE EN LA CONDUCTA HUMANA. LA CONFLICTIVIDAD EN LAS ESCUELAS DE LA
COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA RIOJA (ESPAÑA)
RETOS XXI, AÑO 2025, VOLUMEN 9
6
Tabla 1 . Clases de conflictos. Fuente: Viñas (2004)
Por conicto de poder se conciben
aquellos que se producen por la aplicación
de las normas. Por ejemplo, cuando un
alumno protesta contra el sistema
aparecen “frenos” que coartan su libertad,
generando un conicto donde únicamente
el sujeto puede acomodarse, ya que los
procedimientos racan una función de
estabilidad del sistema.
En referencia a los conictos de
relación, uno de los actores del trance es
superior jerárquica o emocionalmente al
otro. Son los casos de “bullying o
“mobbing. Se dan entre iguales y son los
factores psicológicos y/o ambientales
quienes favorecen la relación jerárquica y
de poder entre ellos. Son los choques o
discrepancias que pueden originarse en
cualquier ejemplo de relación social.Este
protopo de conicto podría
proporcionarse cuando un hijo y una
madre conenden sobre el hábito de
protestar por parte del chico ante cualquier
frustración. En lo referente a los
comportamientos violentos, siguiendo a
Cornella y Llusent (2003), ocasionan
perjuicio sico a humanos o animales,
violan la voluntad del individuo
empleando armas y amenazas sicas y son
indicadores de infracción o delito. Se
registran también como sucesos violentos,
la segregación intencionada hacia alguien,
la invalidación o dominación de la persona
a través del lenguaje y la violencia
simbólica.
Los trances de rendimiento son los
referentes al currículum; el alumno puede
presentar apuros para equilibrar sus
necesidades instrucvas y lo que el
centro/profesorado le brinda.
Los conictos interpersonales
sobrepasan el hecho educavo y se dan en
la Instución ya que ésta es una
reproducción de la sociedad.
Enéndese por violencia la
conducta o conductas en las que se forja
una runa improcedente del poder con el
objevo de perjudicar a alguien, quedando
por encima de esa persona, y por supuesto,
sin ser reexivo de las resultados que
pueden arrastrar las conductas violentas.
La violencia inmidatoria engloba,
por tanto, a la conducta individual y al
proceso interpersonal, ya que presume la
vinculación de, al menos, dos sujetos: el
Tipos de conflictos
Características
Conflictos de poder
Se producen por aplicación de la Normas que se
considern frenos.
Conflictos de relación
Bullying, mobbbing.
Conflictos de rendimiento
Producidos por el desarrollo del curriculum.
Conflictos interpersonales
Precisan dos sujetos, al menos: El que ejerce la
violencia o provocador y el que la soporta o
víctima.
ABAD Y GARCÍA MARTÍNEZ
que ejerce la violencia o provocador y el
que la soporta o vicma.
Cuando se habla de violencia se
llega a escenarios o a situaciones en que
dos o más individuos se chocan en una
confrontación en la que una o más
personas afectadas sale perjudicada, al ser
agredida sica o psicológicamente
(Planella, 1998).
Todas las conductas y situaciones
de violencia suelen estar acompañadas de
unos rasgos comunes que caracterizan el
po de conducta. Según Torrego y Moreno
(2003), estos semblantes se reeren a que
la violencia es un comportamiento
variable, ya que se maniesta de múlples
maneras; es ubicua porque se puede
producir en cualquier lugar; otorga poder a
quien la ejerce; se puede mercanlizar y,
además, produce efectos demoledores.
También el carácter intencional de la
conducta violenta es otra expresión
disnva, puesto que permite diferenciar
entre dos pos de violencia, la accidental y
la intencional.
Desde una orientación más
próxima al contexto escolar, no hay que
olvidar que un escenario de acoso,
inmidación o vicmización es aquel en el
que un estudiante es agredido o se
convierte en un torturado somedo a
acciones negavas que lleva a cabo otro
alumno o conjunto de ellos. Se enenden
acciones negavas las comedas
verbalmente o mediante contacto sico y
las psicológicas de exclusión. Un aspecto
esencial del fenómeno es que ha de
producirse un desequilibrio de fuerzas
(Olweus, 1998).
Invesgaciones sobre violencia escolar
Se ha pardo de diferentes
publicaciones, después de analizar
desiguales invesgaciones en torno a la
violencia escolar, entre las que destacan las
de del Rey y Ortega (2007), María José
Díaz-Aguado et al. (2023), García-Marnez
et García-Zabaleta(2024) y Paerno et
Southwell (2020).
A ellas se han agregado otras
realizadas por el Centro de invesgación y
Documentación Educava (CIDE) y el
Instuto Nacional de Calidad y Evaluación.
Asimismo, se ha encontrado mo las
agresiones verbales, hurtos e
inmidaciones sicas generadas en los
recreos, son las principales causas de
inmidación. En referencia al sexo, entre
las chicas suelen haber más vícmas
mientras que entre los chicos suelen haber
más agresores. En cuanto a la modalidad,
entre el sexo masculino prevalece la forma
sica o inmidatoria, mientras que entre el
EL CONFLICTO, CONSTANTE EN LA CONDUCTA HUMANA. LA CONFLICTIVIDAD EN LAS ESCUELAS DE LA
COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA RIOJA (ESPAÑA)
RETOS XXI, AÑO 2025, VOLUMEN 9
8
sexo femenino sobresale el aislamiento
social o el uso de rumores.
La conicvidad escolar
En la sociedad actual deparr sobre
conicvidad escolar no es primicia ya que
cada día se es más consecuente con las
situaciones violentas que, casi a diario, se
presentan en la vida diaria de los centros
educavos. Diferentes autores, como
Vidanes (2007) y Uruñuela (2018), racan
que los escenarios de violencia escolar se
ha mulplicado en los úlmos años y
pronoscan que dichas situaciones van a ir
en progreso. Esto conrma una alarmante
realidad que afectará a la colecvidad
educava.
La perspecva de conicvidad se
observa en los centros de estudiantes en
interior de las aulas, en los pasillos, en los
aseos y vestuarios, en el   
    
     
     
    



La resolución de conictos a través de la
aservidad
Con las descripciones anteriores se
deduce que es en los colegios donde
concurren los problemas, los conictos y
las tensiones de nuestra sociedad. Ciertos
rasgos de la sociedad podrían inuir
negavamente en las formas de la
conducta del alumnado y que De la Iglesia
(2002) se centra en la falta de valores, el
aumento del consumismo, el racismo, la
xenofobia, la distribución libre de
conductas agresivas por las redes sociales,
la falta de respeto o el alejamiento de la
familia por patrones ligados al ocio y el
placer.
Según el autor, la aservidad como
capacidad de autoarmar los propios
derechos sin dejarse manipular y sin ser
manejadora es esencial para impedir
desplomarse en lo no aservo, ni en
agresivo.
Si brota un conicto se pueden
producir tres pos de disputas: pasiva,
agresiva y aserva. Trasladar la aservidad
como signo de respuesta involucra saber
formular los senmientos, saber
exteriorizar con libertad las ideas y
presentar sin agresividad las cogniciones
para disenr en algo, reaccionar ante las
embesdas mostrándose conforme con los
propios errores y objetando lo que se cree
injusto, reconocer los aciertos y
ABAD Y GARCÍA MARTÍNEZ
capacidades de los otros y, por úlmo,
saber renunciar libremente y con solidez
ante un derecho si lo cree propicio.
Se manene la opinión del autor De
la Iglesia (2002) respecto a que al
alumnado hay que vigorizarle con
conductas posivas, evitar el refuerzo de
las conductas inadecuadas y no acudir al
escarmiento como medio de variar la
conducta, a n de conseguir que los
trangresores también sean aservos en sus
conexiones con los pares y con los adultos.
Situación de acoso en La CA de La Rioja
Según la Fiscalía General del
Estado, al presentar la Memoria de la
Instución, sobre el alarmante aumento de
casos de acoso escolar en 2023, ponía de
ejemplo lo ocurrido en Guadalajara que
padeció un incremento del 520 %.
No es el caso de La Rioja donde a lo
largo del curso 2022-2023 se acvó el
protocolo de bullying hasta en 22
ocasiones , valor algo inferior a los 33 del
año acatémico anterior. La suma de las
invesgaciones iniciadas en los cinco
úlmos años se eleva a los 101, exisendo
estudios donde se reeja que concurren
muchos más casos que los ociales. Dos de
los casos de acoso escolar llegaron a los
juzgados, uno en Logroño y el otro en Haro.
El úlmo Infome PISA señala que La
Rioja es una de las Comunidades de España
donde existen menos casos: 4,1 % del total
de estudiantes ha sufrido bullying,
superando así el millar de escolares.
En la memoria de 2024, los scales
riojanos describen cómo es esa relación de
los menores con las RR SS en tres ámbitos:
el escolar, el de las relaciones sociales y
personales y el del consumo a través de
internet, donde se convierten en objevos
de los delincuentes.
4,1 % según PISA
La Comunidad de La Rioja
es una de las 17 de España
con menor porcentaje de
conicvidad.
33 es el de veces
que Educación
acvó el protocolo
en 2022
Ese año de 2022 se produjo
el récord de protocolos
acvados hasta el 200 %
más que durante la
pandemia.
11 ocasiones de
acvación del
protocolo en la
pandemia
Número de ocasiones en
que se acvó el protocolo
el año de la
pandemia(2020)
Tabla 2. Datos en La Rioja sobre bullying. Fuente:
Fiscalía y Consejería de Educación (2024).
Los jóvenes son los que más
consumen en un sector propicio para las
estafas. Son objetivo de delincuentes que
conocen la edad habitual de sus
interlocutores.. Pero ellos no son las
víctimas que pueden comprometer los
medios e intreses financieros de su
progenitores y responsables que confían
EL CONFLICTO, CONSTANTE EN LA CONDUCTA HUMANA. LA CONFLICTIVIDAD EN LAS ESCUELAS DE LA
COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA RIOJA (ESPAÑA)
RETOS XXI, AÑO 2025, VOLUMEN 9
10
en la mayor destreza de los menores en las
redes. Finalmente la brecha digital de los
mayores, según la Fiscalía, ayuda a que los
pequeños sean mayor objeto de fraudes.
Figura 2. Víctimas de bullying por CCAA en España.
Fuente:Ministerio de Educación, FP y Deporte.
(2017).
Educar en la convivencia
La convivencia para muchos
estudiantes es la disciplina más trabajosa
en el centro educavo, lugar donde se
producen situaciones de abuso y de
violencia entre semejantes (Aznar, 2003).
Este privavo aprendizaje hace
falta para ir congurando una sociedad
más justa, parcipante, serena y
democráca. He aquí algunas propuestas
que potencian este aprendizaje desde el
centro escolar:
Implicar al alumnado en la
producción de las normas del
centro.
Fomentar los equipos de mediación
entre iguales y mixtos.
Trazar planes de tutoría que
contengan los conictos y su
resolución reposada.
Educar en convivencia es incidir en
los derechos humanos de la persona y
saber respetarlos, tal y como se establece
en la Declaración de los derechos
humanos. Por otra parte, hay que saberse
colocar en el lugar del otro con empaa, es
decir, tener en cuenta sus pasiones, sus
emociones, sus senres, sus aprietos, etc.
Con todo lo anteriormente dicho es
mandatorio fomentar acvidades en las
que el alumnado podrá expresar sus
senres. Se han de confeccionar
acvidades que favorezcan el
acercamiento y conocimiento de diversas
práccas, dogmas, étnias, saberes,
culturas, etc... así como algunas otras
minorías (ancianos, discapacitados, etc.)
como paso previo para que puedan
respetarlas.Todo ello se se ha de acometer
con el n de lograr el recapacitar
crícamente, el resolver problemas, el
invesgar y el aprender; conclusiones
básicas de una educación para la
convivencia (Aznar y Fernández, 2004).
ABAD Y GARCÍA MARTÍNEZ
MÉTODO
Objevos
Los objevos del presente estudio
son idencar los desiguales alcances e
implicaciones en bulling y ciberbullying,
parendo de las respuestas que los
entrevistados dieron sobre vicmización y
agresión; y conformar nuevos perles
mixtos en bulling y ciberbullying con
escolares rodeados de episodios de
vicmización y agresión, tanto presenciales
como online.
Muestra
La muestra en la que se basa el
actual estudio está formada por alumnado
de centros de Educación Primaria en su
úlmo ciclo (5º y 6º) de la Comunidad de
La Rioja. Los centros se idencan por estar
ubicados en zonas de un nivel socio-
económico alto-medio-bajo y tener dos
líneas completas (12 clases de primaria),
siendo de nivel alto el 24%, de nivel
socioecnómico bajo el 22% y de nivel
económico medio el 59%.
Para elegir a los parcipantes se
manejó un muestreo no probabilísco. La
muestra nal estuvo formada por 346
escolares del úlmo ciclo de primaria (53,2
% niñas), de una población de 3338
estudiantes de tercer ciclo de primaria
matriculados en el año académico 2022-
2023, en un muestreo correspondiente a
un diseño longitudinal, con dos empos,
teniéndose en cuenta únicamente los que
lo habían completado.
Instrumentos
La escala European Bullying
Intervenon Project Quesonnaire (EBIPQ)
de Ortega-Ruiz et al.(2016), mide la
implicación que los escolares muestran
ante el acoso escolar como pegar, insultar,
amenazar, difundir rumores o apartar a
alguien de un grupo. La escala está
formada por 14 ítems po Likert (0 a 4) 0 =
No y 4= Sí, más de una vez a la semana. Los
siete ítems primeros se reeren a
conductas relacionadas con la
vicmización y el resto a la agresión. Los
coecientes de consistencia interna del
estudio fueron buenos, para la escala
global se obtuvo un alfa de Crombach de ω
=.86, para la subescala de vicmización ω=
.84, y para la agresión de ω=.79.
La escala (ECIPQ European
Cyberbullying Intervenon Project
Quesonnaire mide conductas indeseables
(uso de malas palabras, excluir personas,
suplantar idendades, etc.). Es
compuesta por 22 ítems po Likert con
escala de 0 a 4, siendo 0= No y 4= Sí, más
de una vez por semana, estructurados en
dos dimensiones: cibervicmización y
EL CONFLICTO, CONSTANTE EN LA CONDUCTA HUMANA. LA CONFLICTIVIDAD EN LAS ESCUELAS DE LA
COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA RIOJA (ESPAÑA)
RETOS XXI, AÑO 2025, VOLUMEN 9
12
ciberagresión. Obteníendose un alfa de
Crombach en la escala total de ω= .90;
para la vicmización de ω= 0.86 y para la
agresión ω =.89).
Procedimiento y Análisis de los datos
La invesgación se hizo mediante
un diseño longitudinal, en dos periodos
separados por tres meses, octubre de 2022
y febrero de 2023. Primeramente su
obtuvo el comité de bioéca y
bioseguridad de la UNINI así como la
aprobación de los centros involucrados.
La recogida de datos se llevó a cabo
suministrando el cuesonario en horario
lectuvo dentro del aula, siempre bajo la
supervisión del profesorado
correspondiente y con, al menos, uno de
los invesgadores presente. Se aseguró en
todo momento, la voluntariedad y el
anonimato de los parcipantes.
En cuanto al análisis de los datos,
primeramente se codicaron las
respuestas manejando el programa
estadísco SPSS en su versión 24. Se ulizó
el paquete LCA (Linzer y Jerey, 2011) para
idencar implicaciones en conductas de
bullying (agresión y vicmización) y
cyberbullying (ciberagresión y
ciberviacmización).
RESULTADOS DESCRIPTIVOS
Inicialmente se presentan las medias y
desviaciones picas de los instrumentos
ulizados en el presente estudio.
Siguen los estadíscos descripvos
logrados en la escala sobre ciberbullying,
mostrándose la media y la SD.
Las Tablas 3 y 4 exponen los
estadísticos descriptivos de las variables de
investigación. En cuanto al género (véase
tabla 4), los chicos mostraron una mayor
PREGUNTA
M
SD
Alguno me ha golpeado, me ha pateado, me ha empujado.
0.30
0.73
Me han insultado los compañeros
0.91
1.33
Alguien ha dicho a otros vocablos ofensivos sobre mí
0.79
1.12
Me han amenazado
0.18
0.70
Han robado mis útiles, mis cosas
0.25
0.68
He sido excluido o ignorado por compañeros de clase
0.32
0.76
Han extendido rumores sobre mi persona
0.48
0.79
He golpeado o empujado a otro
0.26
0.68
He insultado a mis compañeros
0.63
0-95
He dicho palabras malsonantes
0.32
0.68
He amenazado a alguien
0.10
0.41
He robado o he estropeado utensilios de otros
0.06
0.28
He excluido o ignorado a otros
0.24
0.69
He difundido rumores sobre alguien
0.09
0.41
Tabla 4. Ítems de cuestionario para CIBERBULLYING (F: elaboración propia)
PREGUNTA
M
SD
Han dicho vocablos malsonantes o me han insultado
usando el email o SMS
0.19
0.76
Alguien ha dicho sobre mí, utilizando Internet o SMS
0.22
1.39
Alguien me ha amenazado a través de mensajes en las
RRSS
0.11
0.51
Alguno ha pirateado mi cuenta de correo
0.06
0.90
Alguien se ha hecho pasar por mí en el correo electrónico
0.12
0.40
Alguno ha organizado una cuenta falsa para hacerse pasar
por mí
0.02
0.23
Han colgado información personal mía en Internet
0.07
0.74
Han colgado fotos o videos míos para comprometerme
0.05
0.68
Alguien ha retocado fotos mías en Internet
0.10
0.98
He sido excluido o ignorado de una red social o un chat
0.06
0.89
Alguien ha difundido rumores sobre mí en internet
0.14
0.48
ABAD Y GARCÍA MARTÍNEZ
implicación en los fenómenos de agresión
y ciberagresión, con un tamaño del efecto
bajo. Las chicas revelaron mayores niveles
de ajuste normativo, con un efecto
moderado. Los niveles más altos de ajuste
social, normativo y moral se encontraron
en las chicas, con un tamaño del efecto
moderado, excepto en la variable de
rumiación.
Se encontró una mayor ocurrencia
de cibervictimización y ciberagresión entre
la adolescencia temprana y media, así
como un empeoramiento en los niveles de
ajuste social, ajuste normativo,
desconexión moral y rumiación, con un
tamaño de efecto moderado más avanzada
la adolescencia.
Tabla 5: Estadíscos descripvos, según edad y género
Fuente: Elaboración propia 2024
Muestra total
Alumnos
Alumnas
M SD
M SD
M SD
Vicmización
1.59
0.58
1.53 0.61
1.51 0.62
Agresión
1.15
0.31
1.29 0.45
1.20 0.42
Cibervicmización
1.23
0.30
1.20 0.39
1.21 0.31
Ciberagresión
1.13
0.28
1.10 0.21
1.12 0.21
Tabla 6. Rasgos de las vícmas.
Elaboración propia 2024
DISCUSIÓN
Tomando como referencia los resultados
obtenidos, se puede armar que la
violencia está presente en los centros
escolares de educación primaria y
normalmente se maniesta a través de
agresiones verbales, siendo las agresiones
sicas conductas que se producen menos,
valorándose como picas peleas entre
alumnos.
Los momentos en los que suceden
la mayoría de las situaciones de
conicvidad, son los de descanso del
alumnado, es decir, el recreo, aunque
también existen comportamientos no
adecuados dentro del aula, pudiéndose
vericar que las normas de convivencia no
se cumplen. Pero existe un alto grado de
solidaridad entre el alumnado, ofreciendo
muchos su ayuda a los más necesitados,
situación que los enaltece.
Es preciso hacer referencia a la
situación de que el alumnado preere
trabajar en grupo, lo cual lleva a racar
que este modo de asociación favorece el
aprendizaje.
Las secuelas para la salud sica del
acoso escolar pueden ser inmediatas,
como lesiones sicas, o pueden implicar
efectos a largo plazo, como dolores de
EL CONFLICTO, CONSTANTE EN LA CONDUCTA HUMANA. LA CONFLICTIVIDAD EN LAS ESCUELAS DE LA
COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA RIOJA (ESPAÑA)
RETOS XXI, AÑO 2025, VOLUMEN 9
14
cabeza, trastornos del sueño o
somazación.
Sin embargo, las consecuencias
sicas a largo plazo del acoso escolar
pueden ser diciles de idencar y vincular
con conductas de acoso anteriores, en
comparación con ser el resultado de otras
causas, como la ansiedad u otros eventos
adversos de la infancia que también
pueden tener efectos sicos en la edad
adulta (Hager y Leadbeater, 2016). En uno
de los pocos estudios longitudinales sobre
los efectos sicos y mentales del acoso
escolar, Bogart y sus colegas (2014)
estudiaron a 4297 niños y sus padres de
tres localidades urbanas. Bogart y su
equipo estaban interesados en los efectos
acumulavos del acoso escolar en un
individuo.
Bogart y otros (2014) encontraron
que los niños que eran acosados
experimentaban una salud sica negava
en comparación con sus compañeros no
involucrados. Entre los estudiantes de
sexto curso con el peor decil de salud sica,
el 6,4 por ciento no había sido acosado, el
14,8 por ciento había sido acosado
únicamente en el pasado, el 23,9 por
ciento había sido acosado solo en el
presente y casi un tercio (30,2%) había sido
acosado tanto en el pasado como en el
presente. Es básico entender que el
estudio que evalúa las correlaciones entre
el comportamiento y los eventos, no puede
concluir en que los eventos causaron el
comportamiento.
Una dirección futura para la
invesgación es recopilar más información
sobre las consecuencias sicas, como la
presión arterial elevada, los marcadores
inamatorios y la obesidad, a la luz del
trabajo que muestra los efectos sobre estas
consecuencias del lenguaje áspero por
parte de los padres y otros pos de
adversidades en la vida temprana (Danese
y Tan, 2014; Miller y Chen, 2010).
Los efectos emocionales del acoso
escolar pueden expresarse a través de
trastornos somácos, que, de manera
similar a la somazación, son síntomas
sicos que se originan a parr del estrés o
de un estado emocional. Los síntomas
comunes relacionados con el estrés o la
ansiedad incluyen trastornos del sueño,
problemas gastrointesnales, dolores de
cabeza, palpitaciones y dolor crónico
(Hunter et al., 2014).
Hunter et al. (2014) examinaron las
dicultades para dormir (senrse
demasiado cansado para hacer cosas,
tener problemas para conciliar el sueño y
tener problemas para permanecer
ABAD Y GARCÍA MARTÍNEZ
dormido) en una muestra de 5.420
adolescentes escoceses. Los invesgadores
descubrieron que los jóvenes que sufrieron
acoso tenían casi el doble de
probabilidades que los jóvenes que no
estaban involucrados en el acoso de
experimentar dicultades para dormir. Un
limite de este estudio es que se basó en
autoinformes, que a veces han sido
cricados por estar sujetos a sesgos
especícos. (Harvey y Tang, 2012).
Difícilmente los alumnos afacetados
por el bullying y el ciberbullying reconocen
ante la sociedad esta condición y proceden
a encontrar, por lo general, algún descargo
que permita atenuar sus efectos sobre su
ya maltratada autoestima.
Por ello, es difícil aplicar
cuestionarios que den respuestas sinceras,
limitando así la veracidad de los resultados
logrados.
Olweus (1998) limitó los elementos
caracteríscos del acoso escolar, aquellos
que se han mantenido sin cambios en la
literatura especializada, que es el punto de
arranque para las administraciones
educavas y las resoluciones judiciales. "El
acoso es una conducta de asechanza sica
y/o psicológica que comete un estudiante
contra otro, al que elige como vícma de
reiterados ataques. Esta acción, negava e
intencionada, emplaza a la vícma en un
lugar del que dicilmente puede salir por
sus propios medios".
CONCLUSIONES
Como principales conclusiones destacar
cómo las personas que acosan y también
son acosadas por otros experimentan una
mayor variedad de síntomas
internalizantes y externalizantes que
aquellos que solo acosan o solo son
acosados.
Asimismo, se concluye que las
personas que han sido atormentadas
enen un mayor riesgo de sufrir problemas
mentales, emocionales y conductuales
posteriores, especialmente problemas
internalizantes.
Por otro lado, los niños y jóvenes
que son acosados experimentan en el
futuro una variedad de trastornos
somácos.
Poniendo el foco sobre los factores
sociocognivos como la autoinculpación y
la regulación emocional inecaz, es decir, la
desregulación emocional, se han obtenido
como mediadoras en las relaciones entre el
acoso escolar y los resultados adversos.
Este hecho pone de evidencia como los
eventos estresantes, como los que pueden
ocurrir con las experiencias de ser acosado,
EL CONFLICTO, CONSTANTE EN LA CONDUCTA HUMANA. LA CONFLICTIVIDAD EN LAS ESCUELAS DE LA
COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA RIOJA (ESPAÑA)
RETOS XXI, AÑO 2025, VOLUMEN 9
16
alteran los circuitos cerebrales
emocionales.
En relación con las vícmas
múlples (individuos que son objeto de
múlples pos de agresión) presentan una
mayor probabilidad de experimentar
resultados negavos en términos
emocionales, conductuales y de salud
mental que aquellas las personas que son
objeto de una sola forma de agresión.
Por úlmo, las consecuencias a
largo plazo de ser vícma de acoso se
exenden hasta la edad adulta y los efectos
pueden ser más graves que otras formas de
maltrato en la niñez. Así, las personas que
están involucradas en el acoso (como
perpetradores, vícmas o ambos casos)
enen signicavamente más
posibilidades de contemplar o intentar
suicidarse.
Al consumar la actual invesgación
han aparecido una serie de limitaciones
relacionadas con el diseño y el contenido
de la misma. Respecto al diseño, la no
consideración de variables como la
experiencia profesional o la formación
puede ser un hándicap, pues ofrece una
visión parcelada de la realidad. Es preciso
señalar la necesidad de conducir más
invesgaciones para obtener unas mejores
evidencias sobre las consecuencias para la
salud sica y emocional de padecer acoso
escolar, incluidas las consecuencias
neuronales.
Como perspecva para el futuro,
emanada de este trabajo de invesgación,
es la del hecho apremiante de poner en
marcha un plan de choque efecvo en los
centros escolares para reverr la acuciante
situación del acoso escolar: Todos los
agentes que tercian en la educación han
parcipar en la trama. El desarrollo de
programas que combatan esta
problemáca ha de hacerse abarcando
todos los ámbitos del alumnado, social,
familiar, educavo y virtual, incluyendo el
de las RR SS.
Por otro lado, cuando reconocen
su condición de víctimas de bullying,
muestran una serie de elaboraciones
cognitivas que les suceden en función de la
interpretación su realidad, que caminan
desde las pretensiones o ilusiones de
justicia pendiente hasta el conformismo y
la renuncia a toda defensa. Esta última
posición resulta ser la más distintiva e
inquebrantable, lo cual es en extremo peligroso
al conducir al estudiante como víctima del
maltrato a justificar a sus agresores e inclusive
culparse a mismos por tal situación. Todo
ello reflejaría una situación afectante a su
personalidad.
ABAD Y GARCÍA MARTÍNEZ
Se hace imprescindible contemplar la situacn
de estos perfiles descritos en cualquier
Programa de Intervencn del bullying y
dirigirlo hacia el fortalecimiento de la
autoestima y el desarrollo de resiliencia en las
victimas del maltrato.
Es menester trabajar principalmente
sobre las elucubraciones y otros semblantes
epistémicos de las víctimas de Bullying,
como una manera de «ayuda» para
enfrentar este fenómeno, sin dejar olvidado
el tratamiento con todos los involucrados en la
problemática del Bullying.
Es claro que el bullying afecta
seriamente al proceso de socialización de
los alumnos y más gravemente al desarrollo
de su personalidad.
Acorde con la perspectiva mostrada
en el presente trabajo de investigación ha
de considerarse que, las acciones de
intervención frente al Bullying sean
llevadas a cabo mediante programas
integrales que involucren también los
diferentes participantes en esta
problemática del Acoso y Maltrato
Escolar, llámense espectadores, padres de
familia, profesores etc.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Aznar, I. (2003). Convivir ante una realidad
escolar: la violencia en las aulas. En:
J. Álvarez (coord.), Parcipación,
convivencia y ciudadanía. Osuna.
Aznar, I. e Hinojo, F.J (2001). Violencia
escolar en instuciones educavas.
Revista Padres y Maestros, 262
(2001), pp.18-22.
Azúa, E., Rojas, P. y Ruiz, S. (2020). Bullying
as a risk factor for depression and
suicide. Revista chilena de
pediatría, 91(3), 432-439.
Bogart, L.M. et al., (2014) Peer
vicmizacion in h grade and
health in ten grade. Pediatrics.
2014; 133 (3; 440-447.
Cerezo, F. (1997) Conductas agresivas en la
edad escolar. Pirámide.
Cornellà, C. y Llusent, A. (2003). Programa
Salud I Escola. Departement de Salut.
Generalitat de Catalunya.
Danese, A. (2014). Childhood
Maltreatment and obesity:
sistemac revieu and meta-analysis.
Molecular Psychiatry 19 (5) 544-554.
De la Iglesia, P. (2002). La educación para la
convivencia. Biblioteca Nueva
Evans, K., & Vaandering, D. (2022). The
little book of restorative justice in
education: Fostering
EL CONFLICTO, CONSTANTE EN LA CONDUCTA HUMANA. LA CONFLICTIVIDAD EN LAS ESCUELAS DE LA
COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA RIOJA (ESPAÑA)
RETOS XXI, AÑO 2025, VOLUMEN 9
18
responsibility, healing, and hope in
schools. Simon and Schuster.
Fernández, F.D., Hinojo, F.J., Y Aznar, I.
(2004). Grado de incidencia del
maltrato entre compañeros/as en un
centro educavo de educación
primaria. Revista de Ciencias de la
Educación, 197, pp. 27-45.
Gil-Monte, P. R. et al. (2024). Mobbing as a
predictor of health risk behaviours
and seeking specialist support in
non-university teachers. Journal of
Work and Organizational
Psychology, 40
https://doi.org/10.5093/jwop2024a
4
Hager, A.D.( 2016). The longitudinal eects
of peer Vicmizaon on physical
healt from adolescence to young
adulthood. Journal of adolescent
Healt- 58(3)330-336,
Hunter S.C. et al., (2014) Adolescent
bullying and sleep dicules.
Europe´s. Journal of Pyicology. 10 (4)
740-755
Hou, D. (2023). The factors, impact, and
intervenons of cyberbullying in
schools. Journal of Educaon,
Humanies and Social Sciences, 8,
345-353.
hps://doi.org/10.54097/ehss.v8i.4
272
Jehn, K. A. (2014) Types of conict: The
history and future of conicts
denions. In Handbook of conict
management research (pp. 3-18).
Edward Elgar Publishing.
Katz, D. (2018). Conflict Resolution: A
Practical Guide. Routledge.
Kilag, O. K., et al., (2024). Administrators’
Conflict Management and
Strategies. International
Multidisciplinary Journal of Research
for Innovation, Sustainability, and
Excellence (IMJRISE), 1(1), 60-67.
Miller, G.E. (2007) If it goes up, must it
come down? Chronic stres and the
hypothalamic-pituitary-
adrenocorcal axis in
humans.Psichological Bullen 133 (1)
25-45
Moyano, N. y Sánchez-Fuentes, M. (2020).
Homophobic bullying at schools: A
systemac review of research,
prevalence, school-related predictors
and consequences .Aggression and
violent behavior,53,101441.
hps://doi.org/10.1016/j.avb.2020.101
441
ABAD Y GARCÍA MARTÍNEZ
Nickerson, C. (2024) Conict theory in
sociology. Simply Psychology.
Olweus, D. (1998). School Eecveness and
School Improvement. An
Internaonal Journal Research, Policy
and Pracce, 9(1).
Pérez, C. (1996). La mejora del
comportamiento de los alumnos a
través del aprendizaje de normas.
Revista de Educación, 310, 361-378.
Planella, J. ( 1996 a) Intervención
socieducava en los centros abiertos.
A Surgam. Revisla bimeslral de
Orientación Psicopedagógica, 444,
57-61.
Pirrone, C., Sabrina, C., Ballarino, V.,
Zuppardo, L., Serrano, F., Rodríguez-
Fuentes, A. y Sefarino, B. (2022).
Emoonal intelligence, age and
origin: the mediaon role of self-
ecacy in the regulaon of
aecvity in future disability support
teachers. Life Span and Disability, 25
(1), 151-174.
hp://www.lifespanjournal.it/client/
abstract/ENG389_6.%20Pirrone.pdf
Rapoport, A. (2020). The origins of
violence: Approaches to the study of
conict. Routledge.
Rodríguez, A., Navarro, A., Carrillo, M.J. e
Isla, L. (2023). University coaching
experience and academic
performance. Educaon Sciences, 13
(248), 3, 248.
hps://doi.org/10.3390/educsci130
30248
Siregar, I. (2022). The relationship between
conflict and social change in the
perspective of expert theory: A
literature review. International
Journal of Arts and Humanities.
Studios, 2 (1) ,09-16.
doi.org/10.3390%2Fijerph20105825
Tehrani, H.D. y Yamini, S. (2020) Personality
traits and conict resoluon styles: A
meta-analysis. Personality and
Individual Dierences, 157, 109794.
hps:
//doi.org/10.1016/j.paid.2019.1097
94
Torrego, J.C. y Moreno, J.M. (2003):
Convivencia y Disciplina en la
escuela. El aprendizaje de la
Democracia. ALIANZA.
Trianes, M.V. (2000) La violencia en
contextos escolares. Aljibe.
Uruñuela, P.M. (2018) La metodología del
aprendizaje. Aprender mejorando el
mundo. Narcea.
EL CONFLICTO, CONSTANTE EN LA CONDUCTA HUMANA. LA CONFLICTIVIDAD EN LAS ESCUELAS DE LA
COMUNIDAD AUTÓNOMA DE LA RIOJA (ESPAÑA)
RETOS XXI, AÑO 2025, VOLUMEN 9
20
Vidanes J. (2007). La educación para la paz
y la no violencia. Revista
Iberoamericana de Educación, 42(2).
Viñas i Cirera, J. (2004). Conflictos en los
centros educativos: cultura
organizativa y mediación para la
convivencia.
http://www.redined.mec.es/oai/ind
exg.php?registro=00820042027
Yildiz, B. (2023). Attachment, growth fear
and conflict resolution in close
relationships. International Journal
of Psychology and Educational
studies, 10 (2),153-462.