literario se diferencia de la de otros
contenidos porque debe llegarse a
comprobar objetivamente, algo tan
subjetivo como es el desarrollo del gusto
literario, del disfrute, de “la reacción”,
por lo que la asignatura en
preuniversitario debe garantizar una
actividad cognoscitiva atrayente,
propiciativa y desarrolladora: he ahí su
poder de motivación.
Asimismo, el análisis es el
“eslabón perdido” de la asignatura en los
grados de preuniversitario, el menos
abordado; el alumno aprende a analizar,
analizando, ya que por su carácter
operacional es una vía de adquisición de
conocimientos y, a la vez, de desarrollo
de habilidades. En el libro de texto no
aparecen ejercicios que dirijan la
actividad del alumno hacia análisis
integrales; se reiteran órdenes como
localizar, extraer, clasificar, pero muy
pocas veces aparece la meditación
acerca del porqué predomina tal
estructura, y ya en este nivel es
necesario la gramática desde una
perspectiva textual comunicativa; por
esto, no se aprovechan las
potencialidades del texto como unidad
fundamental de comunicación; se obvia
la interacción dialéctica de sus niveles
semántico, pragmático y lingüístico. Al
referirse a la integración de los asuntos
idiomáticos y literarios en las
Orientaciones Metodológicas, se ciñen
en el primer aspecto a la ejercitación
gramatical y no se pretende, por tanto,
darle más rigor al análisis literario con el
lingüístico y contribuir a la eficiencia de
los procesos de significación y al
desarrollo de competencias.
Por otra parte, las sugerencias
para el estudio de obras épicas, líricas o
dramáticas, no son suficientes desde el
punto de vista metodológico para
encauzar el trabajo de los profesores. En
las recomendaciones que aparecen se
disipan las líneas directrices que
pudieran asumir estratégicamente para
un análisis textual integral, o sea, no le
permiten derivar posteriores modos de
actuación personal.
En fin, en preuniversitario el
análisis literario es rector; pero los
objetivos propuestos y los modos de
actuación de profesores y alumnos no
conducen a educar la apreciación
literaria como capacidad creadora. No
significa enseñar a los alumnos a hacerse
escritores y poetas, eso no se puede