Cómo citar este artículo: Campos, E., Chaviano, C. D. y Cárdenas, D. L. (2024). La
promoción de la lectura en comunidades complejas, Retos XXI, 8, 1-12.
La promoción de la lectura en comunidades complejas
The promotion of reading in complex communities
Eraida Campos Maura1, Chester Danilo Chaviano Valdés2, Diana Lucila
Cárdenas Caballero3
Fecha de recepción: 19 septiembre 2023; fecha de aceptación: 19 octubre 2023
RESUMEN
Leer no es un acto pasivo, sino que
exige del lector la puesta en función de
una serie de estructuras mentales que
se desarrollan con este proceso
(inteligencia, análisis, razonamiento,
entre otras). El trabajo con la
promoción de la lectura tiene
limitaciones de propuestas
pedagógicamente fundamentadas que
sirvan de referentes para la toma de
decisiones metodológicas acerca de la
promoción de la lectura en las
comunidades, con énfasis en las
denominadas complejas por su
ubicación extraurbana, la densidad
poblacional, bajo nivel cultural y el
analfabetismo funcional.
1 Doctora en Ciencias Pedagógicas, UCLV, ecampos@uclv.cu, https://orcid.org/0000-0002-4450-6383
2 Máster en Ciencias Pedagógicas, UCLV, chester.chaviano@gobscl.gobvc.co.cu, https://orcid.org/0000-
0001-8122-4708
3 Doctora en Ciencias Pedagógicas, UCLV, dccaballero@uclv.cu, https://orcid.org/0000-0002-1986-3928
Palabras clave: lectura, promoción,
pedagogía social, comunidad
compleja.
ABSTRACT
Reading is not a passive act, but rather
requires the reader to put into function
a series of mental structures that
develop with this process (intelligence,
analysis, reasoning, among other). The
work with the promotion of reading has
limitations of pedagogically based
proposals that serve as references for
making methodological decisions about
the promotion of reading in the
communities, with emphasis on the so-
called complex ones due to their extra-
urban location, population density, low
cultural level and functional illiteracy.
LA PROMOCIÓN DE LA LECTURA EN COMUNIDADES COMPLEJAS
RETOS XXI, AÑO 2024, VOLUMEN 8
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Keywords: Reading, promotion, social
pedagogy, complex community
INTRODUCCIÓN
Leer bien implica un proceso visual y
mental más complejo que reconocer y
juntar significados de las palabras de
un texto. No es solo percibir una
información superficial, es un proceso
intelectual de decodificación,
relaciones, contrastación,
profundización, inferencias,
interpretación, cuestionamiento. Se lee
entre líneas lo que se intuye o
comprende por la forma en que ha sido
redactado, aunque no aparezca
escrito. Es el gratificante premio de una
buena lectura con deleite intelectual y
estético.
El perfeccionamiento del uso y
manejo de la lengua y la comunicación
se desarrolla en cada acto de lectura.
Maggie (1997), en sus estudios,
expuso que una de las causas de las
deficiencias en la comunicación oral y
escrita de nuestros estudiantes: es que
apenas leen literatura. Para Maggie, a
partir de la particular relación que se
establece entre el receptor y el texto
literario, la lectura de la literatura
permite el contacto vivo con la lengua y
la transmisión de comportamientos
arquetípicos.
En el quehacer científico, las
investigaciones sobre la lectura ha sido
un tópico cronológico:
En los años sesenta del siglo XX,
esta temática se abordó como un
problema pedagógico.
Especialistas de la educación
estuvieron a cargo de estudios que
pusieron la mira en la comprensión
de unidades menores, tales como la
apropiación del léxico y de las
oraciones. Se tenía la concepción
de que el lector era un sujeto pasivo
que solo descubría lo que el texto
ocultaba.
En los años setenta del siglo XX, la
influencia de la psicolingüística fue
muy significativa. Psicólogos y
psicolingüistas lo asumieron en sus
investigaciones; en particular, las
operaciones mentales del proceso
de comprensión lectora. Colocaron
el énfasis en los procesos
cognitivos, en las macro y
microhabilidades de lectura.
En los años ochenta del siglo XX
hasta la actualidad, los
investigadores han ubicado sus
estudios en la moldura de
paradigmas interdisciplinarios. Así
la lectura se ha convertido en objeto
de conocimiento de pensadores de
diferentes disciplinas. Queda
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abierta la investigación en dos
líneas fundamentales: la cognitivo-
metacognitiva y la sociocultural. Se
concibe al lector como un sujeto
activo que va produciendo o
construyendo el sentido de lo que
lee en un proceso de interacción
con el texto y sus contextos y no
solo decodifica el contenido del
texto.
Henríquez (1975) reconoció la
lectura como un acto personal en el
cual el lector no desconoce ni minimiza
la función del profesor en el proceso de
acercamiento entre aquel y la obra y se
enriquece como tal. Leer no es un acto
pasivo, sino que exige del lector la
puesta en función de una serie de
estructuras mentales que se
desarrollan con este proceso
(inteligencia, análisis, razonamiento,
entre otras).
García (1975) afirmó que la
escuela, antes de iniciar el estudio
sistemático de la literatura, tiene la
principal tarea de enseñar a leerla. En
su libro, Lengua y literatura, plantea
que, como proceso, la lectura
comprende las cinco operaciones
siguientes:
1. Percepción e interpretación de los
símbolos gráficos.
2. Reconocimiento de las palabras y
signos auxiliares.
3. Comprensión de significados.
4. Emisión de sonidos
correspondientes.
5. Audición y autocontrol de la cadena
fónica (García Alzola, 1975).
Especifica, además, que la
percepción, el reconocimiento y la
comprensión pertenecen a la lectura en
silencio; mientras que la emisión,
audición y autocontrol de la cadena de
sonidos, a la lectura oral.
El objetivo del trabajo es valorar,
a partir de un estudio de
sistematización, las posibilidades de la
lectura y su promoción para la
transformación de comunidades
complejas.
MÉTODO
La concepción metodológica seguida
en la investigación se sustentó en la
dialéctico-materialista, que posibilitó el
empleo de métodos teóricos para
abordar el objeto como una totalidad en
desarrollo. Se aplicaron los siguientes
métodos:
Analítico-sintético e Inductivo-
deductivo: para la
profundización de diferentes
concepciones y el sometimiento
a crítica de los documentos que
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avalan el trabajo pedagógico en
las comunidades complejas
para la transformación social.
Análisis histórico-lógico: para la
sistematización de la
información teórica sobre el
tema, lo que posibilita reformular
teorías y concepciones
didácticas.
Según Lenin (1974), “el punto de
vista de la vida, de la práctica debe ser
el punto de vista primero y fundamental
de la teoría del conocimiento” (p. 141).
La práctica humana no es una
actividad inconsciente, al margen de la
subjetividad que atrapa la experiencia
anterior y le da vida. Al contrario, lo
propiamente humano en la actividad es
la asimilación de esa experiencia
anterior, su valoración, en medio de la
actividad viva de los sujetos
empeñados en transformar el mundo
circundante (Pla, s.f., p. 37).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Leer no es solamente reconocer las
palabras y captar las ideas que
representan el texto, sino también
reflexionar sobre el significado, sentido
e intención con que fueron escritas. Es
un proceso a través del cual el
destinatario reconstruye un mensaje
que ha sido codificado por un escritor
en forma gráfica. Por ello, se reconoce
como un acto de pensamiento más que
de lenguaje, aunque con la
participación simultánea de ambos
(porque queda definido que el lenguaje
es la expresión del pensamiento). No
se puede olvidar que, en la medida en
que relaciona las ideas, va
desarrollando operaciones mentales
como: sintetizar, imaginar, valorar. En
este proceso, el lector se va
convirtiendo en coautor.
Leer lleva implícito el ejercicio pleno de
las capacidades intelectuales para
interpretar, valorar y asumir una actitud
crítica ante un texto. De ahí, que no
pueda limitarse a la ejecución de las
actividades mecánicas del proceso de
lectura. Como actividad mental, es un
proceso de comprensión que es
posible solo cuando existe interés
hacia el texto y que alcanza su máxima
eficacia siempre que el lector logre
minimizar la cantidad de información y
sustituirla por una nueva, conformada
por la relación entre el universo del
saber del lector y la sapiencia de la que
el texto es portador. Así, es posible y
llegar de manera rápida al significado
subyacente. Así se comparte en
(Campos, Chaviano, Torres, 2022, p.
97):
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El objetivo esencial de la lectura
es hacer posible comprender los
materiales escritos, evaluarlos y
usarlos según las necesidades.
Por otra parte, la lectura es una
experiencia de aprendizaje con
la que se adquieren
conocimientos por vía escrita,
proporciona a las personas la
sabiduría acumulada por la
civilización, experiencias,
habilidades e intereses; en fin, la
cultura.
Se reconocen diferentes
velocidades de lectura, según su tipo.
Así, por ejemplo, la lectura de las
novelas excitantes resulta más veloz
que la de los libros de texto. Y, entre
estos últimos, varía la velocidad de
acuerdo con la calidad de su escritura,
los públicos a los que van dirigidos y
los propósitos con los que se lee. Para
cada lector, es importante el pleno
reconocimiento de la velocidad de su
lectura. De esta manera, se puede
planificar mejor su tiempo, tanto para
estudiar como para el disfrute estético.
Los tipos de lectura más
reconocidas son: lectura en silencio,
lectura oral, lectura creadora. Cada
uno de ellos posee un reconocimiento
didáctico acerca de sus
particularidades y objetivos.
Como la más importante, se
establece la lectura en silencio, pues
contribuye al desarrollo de las
capacidades intelectuales del lector.
Tanto en la vida estudiantil como fuera
de ella es la más utilizada. Una
poderosa arma para el aprendizaje,
que revertirá sus frutos en la vida
social, lo constituye su carácter
individual. Queda implícita en los
restantes tipos de lectura, pues no se
procede a leer un discurso, un resumen
de su libro ni hacer una lectura en alta
voz si no se lee antes en silencio. Para
la lectura en silencio, se efectúan
diferentes operaciones:
Reconocimiento del símbolo
escrito.
Movimientos oculares sobre la
página escrita, de manera correcta
y con efectividad.
Logro de una celeridad adecuada
en el reconocimiento de los
símbolos.
Comprensión del contenido
ideológico implícito en los signos.
Asimilación intelectual a través del
proceso del pensamiento.
El objetivo esencial de la lectura
en silencio es la comprensión de texto.
Solo se logra cuando el lector es capaz
de entender la idea central del texto en
cada una de sus partes y del texto en
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su totalidad para poder usar en sus
vivencias la información adquirida.
Como una de sus características es la
rapidez: con la lectura en silencio se
garantiza la comprensión de los
mensajes en menos tiempo y de
manera más eficiente.
Para los estudiosos Cassany
(2008) González (1999), Larrosa
(2003), Montaño y Abello (2015) y
Usendizaga (1991), el desarrollo de
hábitos de lectura a partir de su
promoción es una eficaz herramienta
de aprendizaje en todas las etapas de
la vida, con motivaciones y estímulos
como práctica creadora y como
conocimientos, hábitos y valores como
práctica desarrolladora. Pero, sobre
todo, como valor que asegure el
desarrollo integral de la personalidad a
través de la influencia en la formación
de una afición por la lectura asidua.
Autores, como Baute (2011),
Bermúdez (2001), Calzadilla (2003),
Campos (2021), Imbernón (2012),
López, (2004) y Valdés (2002),
consideran que, en la práctica, las
iniciativas que se ponen en desarrollo
en contextos diferentes (con énfasis en
los escolares). Para la promoción de la
afición por la lectura son insuficientes.
A pesar de las estrategias
educativas que se implementan aún no
se logra que, al concluir estudios de
distintos niveles y tipos de cursos, las
personas se reconozcan, en los
diferentes contextos de actuación,
como lectores y promotores de la
lectura.
No obstante, el análisis teórico y
metodológico tiende a destacar la
contribución a la estimulación cognitiva
y procedimental de la lectura como una
necesidad formativa personal y
profesional a lo largo de la vida de
todas las personas, aun cuando esta
idea se reitera en las proyecciones y
propuestas formativas que se
establecen a nivel internacional
(Bermúdez, 2004; González, 1990;
Rovira y López, 2017; Woods, 1987).
Se enfatiza, asimismo, en la necesidad
de las prácticas de lectura para
acceder al conocimiento centradas en
las influencias de la motivación
(Usendizaga, 1991; Moreno, 2004;
Torres, 2016; Cassany, 2017;
Montaño, 2017), siempre que sea
asumida su práctica con valor
instrumental, al servicio del
aprendizaje instructivo y educativo
para la vida, tanto herramienta como
macrohabilidad.
Promover esta afición se vincula
con la capacitación de aquellos que
puedan actuar como promotores del
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libro y la lectura, al concebir esta
práctica como actividad sociocultural
(Carlino, 2004, Fierro et al., 2022;
Garrido, 2005; Montaño, 2017;
Narváez-Cadena-Calle, 2009). Estos
estudiosos asumen la promoción como
alternativa de solución no solo como
actividad pedagógica, sino además
desde la perspectiva sociocultural de la
intervención.
Los autores se basan en los
principios de la Pedagogía Social para
los estudios sobre la promoción de la
lectura en comunidades complejas.
Para Röhrs (1973) esta es una ciencia
en el ámbito educativo. La define así
porque ella pretende dar respuesta a
una variedad de situaciones
socioeducativas relevantes y que han
de resolverse mediante determinados
métodos apropiados.
En la década del 1980 del siglo
XX, la definición de Arroyo (1985)
aporta una mirada a la importancia de
las conductas sociales, logra definirse
como la ciencia que se ocupa de la
teoría y práctica del perfeccionamiento
de las personas como un ser social.
Sáez y García (2006) la considera
como una disciplina que tiene
conocimientos tanto teóricos como
práctico-educativos y está dirigida al
mejoramiento de la situación vivencial
de riesgo de exclusión social en que se
encuentran determinadas personas,
grupos o comunidades.
Pérez Serrano (2010), en pleno
siglo XXI, analiza tres vertientes para
su conceptualización: educación
social, ciencia educativa, y trabajo
social. Logra definir la Pedagogía
Social como una disciplina compuesta
por conocimiento, acción y técnica de
la educación social de las personas
para dar respuesta tanto a situaciones
normales como conflictivas o de
necesidad.
Es reconocido el estudio de la
sociedad en todos sus espacios, así
como la inclusión o exclusión del ser
humano en ellos, según los procesos
de socialización, acciones educativas,
necesidades sociales y educativas, así
como los factores que influyen en estos
procesos de socialización y educación
a los que se enfrenta la Pedagogía
Social como su objeto de estudio. Es
pretensión de los autores el estudio de
la inclusión, a través de la lectura, de
los sujetos sociales al conocimiento de
la sociedad, para encaminar las
influencias hacia la toma de conciencia
de que cada proceso de
transformación social posee la
influencia decisiva del rol individual de
cada uno.
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Los autores pretenden lograr
una concepción formativa para la
promoción de la lectura como un
sistema de fundamentos teóricos y
metodológicos que cimiente la
relación, organización y secuencia de
la promoción de la lectura como un tipo
de actividad pedagógica. Son del
criterio de que toda vez que se estimule
e incentive la afición por la lectura, a
nivel individual y de la comunidad
compleja, se puede contribuir a la
formación personal y profesional de
cada miembro de la comunidad como
lector y promotor.
Relacionadas con las estas
pretensiones, los investigadores
consideran que son necesarias
determinadas condiciones para la
promoción de la lectura en las
comunidades complejas:
El carácter intencional de las
actividades de promoción de la
lectura en la comunidad, entendida
como experiencia, conciencia,
subjetividad y auto-conciencia
(Moya, 2000; Searle y Husserl,
1983).
El papel mediador de maestros y
profesores de diferentes niveles
educacionales en las actividades
de promoción de la lectura (García
y Addine, 1989).
El carácter colectivo de las
decisiones organizativas y
metodológicas.
La incorporación de estímulos
es precisa para que permitan la
socialización de aprendizajes. Desde
ellos debe ser posible la reafirmación y
retroalimentación del proceso,
mediante la actividad grupal en la
comunidad. Así se develan los
significados y sentidos que posee la
lectura en los ciudadanos, y se
identifica su inserción en las
perspectivas de su uso para la vida
personal, profesional y comunitaria.
La tendencia orientadora radica
en la figura de un mediador que
estimule a la acción, en la medida en
que, desde el inicio, se informe,
persuada, aliente, exhorte y anime a la
lectura de un determinado texto, se
oriente el tipo de lectura, según el
formato y la intencionalidad, así como,
el tipo de actividad de promoción de la
lectura, según el grupo etario o los
intereses lecturales. Ello debe quedar
explicitado en la racionalidad y
flexibilidad metodológicas en las que
deben expresarse las actividades
planificadas. Freire (1970) aporta el
apoyo teórico de esta concepción, al
afirmar que, las formas pedagógicas
que garantizan la inclusión de las
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clases populares en un amplio
programa de transformación social
para enseñar, junto con otras
mediaciones, es adquirir
conocimientos y habilidades, más que
a leer palabras, a leer el mundo.
La promoción de la lectura se
trabaja con múltiples limitaciones de
propuestas basadas en fundamentos
pedagógicos que sirvan de referente o
base para la toma de decisiones
metodológicas acerca de este
propósito educativo en las
comunidades, con énfasis en las
reconocidas como asentamientos
complejos por su ubicación
extraurbana, la densidad poblacional,
bajo nivel cultural y el analfabetismo
funcional.
Fuera de ámbitos escolares y de
instituciones culturales, no queda
explicitada la manera en que se debe
estimular la afición por la práctica de la
lectura de manera cotidiana, en función
de preparar a los individuos de
diferentes comunidades como lectores
activos y promotores de la lectura. Los
fundamentos teóricos hallados acerca
de la promoción de la lectura poseen
una tendencia a lo general, con
estudios específicos dirigidos a los
diferentes niveles de enseñanza
general básica y para el sistema
universitario como propuestas de
aprendizaje orgánicamente
concebidos.
CONCLUSIONES
Con la aplicación de variantes
estudiadas, se proyecta obtener
resultados relacionados con:
La motivación hacia la lectura
como fuente de adquisición de
conocimiento, placer estético,
elevación del nivel cultural y de
la comunicación en la
comunidad;
La suplencia en las
comunidades complejas de
dificultades en el nivel de
comprensión de fenómenos
sociales, ya sea por la
complejidad del léxico oficial, o
por deficiencias en la
apropiación del conocimiento
mediante la lectura.
Estos fenómenos han estado
provocados, en muchos casos, por el
distanciamiento con el sistema de
educación general y la extensión del
principio de vinculación de la
educación con la vida a través de la
promoción de lectura en las
comunidades complejas.
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