LA PROMOCIÓN DE LA LECTURA EN COMUNIDADES COMPLEJAS
RETOS XXI, AÑO 2024, VOLUMEN 8
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su totalidad para poder usar en sus
vivencias la información adquirida.
Como una de sus características es la
rapidez: con la lectura en silencio se
garantiza la comprensión de los
mensajes en menos tiempo y de
manera más eficiente.
Para los estudiosos Cassany
(2008) González (1999), Larrosa
(2003), Montaño y Abello (2015) y
Usendizaga (1991), el desarrollo de
hábitos de lectura a partir de su
promoción es una eficaz herramienta
de aprendizaje en todas las etapas de
la vida, con motivaciones y estímulos
como práctica creadora y como
conocimientos, hábitos y valores como
práctica desarrolladora. Pero, sobre
todo, como valor que asegure el
desarrollo integral de la personalidad a
través de la influencia en la formación
de una afición por la lectura asidua.
Autores, como Baute (2011),
Bermúdez (2001), Calzadilla (2003),
Campos (2021), Imbernón (2012),
López, (2004) y Valdés (2002),
consideran que, en la práctica, las
iniciativas que se ponen en desarrollo
en contextos diferentes (con énfasis en
los escolares). Para la promoción de la
afición por la lectura son insuficientes.
A pesar de las estrategias
educativas que se implementan aún no
se logra que, al concluir estudios de
distintos niveles y tipos de cursos, las
personas se reconozcan, en los
diferentes contextos de actuación,
como lectores y promotores de la
lectura.
No obstante, el análisis teórico y
metodológico tiende a destacar la
contribución a la estimulación cognitiva
y procedimental de la lectura como una
necesidad formativa personal y
profesional a lo largo de la vida de
todas las personas, aun cuando esta
idea se reitera en las proyecciones y
propuestas formativas que se
establecen a nivel internacional
(Bermúdez, 2004; González, 1990;
Rovira y López, 2017; Woods, 1987).
Se enfatiza, asimismo, en la necesidad
de las prácticas de lectura para
acceder al conocimiento centradas en
las influencias de la motivación
(Usendizaga, 1991; Moreno, 2004;
Torres, 2016; Cassany, 2017;
Montaño, 2017), siempre que sea
asumida su práctica con valor
instrumental, al servicio del
aprendizaje instructivo y educativo
para la vida, tanto herramienta como
macrohabilidad.
Promover esta afición se vincula
con la capacitación de aquellos que
puedan actuar como promotores del