creativo y su relación con otras
variables como la personalidad, la
inteligencia, la motivación, la
inteligencia, los procesos y los
productos creativos” (p. 11). Por otro
lado, se evidencia una memoria a
corto plazo para los procesos de
aprendizaje, pero una memoria a
largo plazo para eventos pasados
que además involucran personas,
lugares y objetos que les generan
emociones.
Identifican entre uno, dos y
tres colores, como máximo, y todos
refieren tener un color favorito, el
cual relacionan con objetos de su
entorno, como el sol, el cielo y el
pasto, entre otros. Por lo cual, se ven
involucrados sus procesos de
percepción. El lenguaje es limitado,
ya que la mayoría expresa sus
necesidades y emociones por medio
del lenguaje corporal que involucra
las señas y la mímica. Su lenguaje
hablado es ininteligible teniendo en
cuenta que este parte de una
alteración en su desarrollo y es que,
según Anchundia (2017), las
dificultades oropráxicas y
articulatorias dificultan el
entendimiento del lenguaje verbal de
los niños y niñas con síndrome de
Down, debido a las causas
morfológicas, tales como una
cavidad bucal pequeña para la
lengua, afectando la resonancia en
la pronunciación de todos los niños y
niñas de la presente investigación.
Comparten rasgos físicos, biológicos
e intelectuales propios de su
condición.
Es sabido que la discapacidad
intelectual está catalogada como “un
trastorno del desarrollo intelectual”
(American Psychiatric Association,
2017, p. 17), que se da durante el
desarrollo, lo que incluye
limitaciones del funcionamiento
cognitivo y del comportamiento
social, conceptual y práctico. Se
clasifica en leve, moderado, grave y
profundo. En este caso, los
cuidadores determinan que los niños
y niñas entrevistados presentan una
discapacidad intelectual de tipo
moderado.
Teniendo en cuenta que el
desarrollo cognitivo consiste en
etapas continuas de construcción de
esquemas mentales, los estadios
pueden considerarse como
estrategias ejecutivas
cualitativamente distintas que
corresponden tanto a la manera que