Book Review / Recensión de libros


 

Hernández Armenteros, Juan  (coordinador) (2002). Información académica, productiva y financiera de las universidades públicas españolas. Año 2000. Indicadores universitarios (curso académico 2000-2001). Madrid:  CRUE. http://www.crue.org/cdOBSERVATORIO/index.htm.


 

Como resultado de una requerimiento de información cada vez mayor por parte de la sociedad sobre la marcha de nuestras instituciones de Educación Superior, cada vez son mayores los esfuerzos que se realizan (si bien todavía escasos) para satisfacer dicha demanda.

De este modo, aparece la segunda edición actualizada al curso 2000-2001 de este informe publicado (en junio de 2002) a través del Observatorio Universitario bajo el patrocinio de la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas), y con un claro espíritu de ampliar los conocimientos, mejorar la información y explicar algunos comportamientos de las universidades de nuestro país.

El documento se divide en cinco partes: una presentación, una segunda parte en la que se encuentran los siete capítulos centrales del informe, y una tercera, cuarta y quinta parte de anexos con las tablas y gráficos de datos agregados a escala nacional, autonómica y por universidades.

Cada uno de los capítulos analiza la información de las tablas (o parte de ella) desde una perspectiva diferente y complementaria, que hace que sean bastante interesantes al trabajarlos de manera aislada, pero que resultan de un interés especial si se realiza una lectura transversal, y así observar como un mismo dato puede ser interpretado de maneras diferentes según cual sea la finalidad, o se puede completar información que con un solo capítulo queda incompleta o parcial.

A continuación pasarmos a resumir brevemente cada uno de los capítulos centrales de este libro:

El sistema universitario español en una perspectiva internacional; elaborado por Mª Jesús San Segundo (de la U. Carlos III) en el que se comparan la mayoría de los datos diferentes de escolarización en educación superior, que los capítulos siguientes tratarán pero ya dentro del estado español, con los países de la OCDE o la UE, y parece poder llegarse a la conclusión de que no existen grandes diferencias, si bien podría destacarse que nuestro país produce demasiados graduados en titulaciones largas (licenciaturas) y muy pocos en titulaciones de un solo ciclo (diplomaturas e ingenierías técnicas). Un dato llamativo en este contexto resulta de observar que pese a ser el segundo país de la OCDE en la producción de licenciados, seamos el quinto empezando por la cola en la producción de doctores. Por otra parte también se hace mención al porcentaje de mujeres que estudian ingenierías, y se aprecia que lo hacen en un porcentaje siempre mayor que al de la UE o la OCDE, por lo que,  personalmente, creo que es un tema ya superado (aunque la autora habla de subrepresentación) y que por ello debería centrarse ahora la preocupación en averiguar e intentar paliar el bajo porcentaje de hombres que se matriculan en titulaciones de la rama de educación (por ejemplo, según datos del INE del año 2000 en las Diplomaturas de Maestro, el porcentaje de hombres es del 15%, y desciende hasta el 7’5% si nos centramos en Maestro de Educación Infantil). 

La financiación de la universidad española: Análisis por Comunidades Autónomas. Elaborado por José-Ginés Mora (U. de València). En este capítulo el autor muestra y analiza las diferencias en financiación, ingresos y gastos de las universidades, siempre agregadas por CCAA, haciendo algunas consideraciones, desde mi punto de vista muy interesantes, como es el hecho de la falta de compromiso de los usuarios (tanto de empresas como de los propios estudiantes) que se traduce en una falta de participación con la universidad y que ésta dependa casi exclusivamente en su financiación de la administración pública (algo que en EEUU no ocurre). Como dato transversal desearíamos señalar algo que creo que sí es preocupante: en el capítulo anterior Mª Jesús San Segundo menciona que en 1998 el 1’11% del PIB se dedicaba a la financiación de las universidades públicas, mientras que en el año 2000, José-Ginés señala que este porcentaje es del 0’80%, en tanto que la media de los países de la OCDE se ha incrementado desde el 1’33% en 1998 hasta el 1’70% en el año 2000.

Demanda de estudios universitarios de las universidades públicas. Realizado por Guillermina Martín Reyes (U. de Málaga). A través del análisis de los datos la autora advierte de la existencia de dos polos, uno Norte-Sur y otro Este-Oeste con relación al descenso de la población de 18 a 22 años más acusado cuanto más al Norte y cuanto más al Este. Esto viene a concluir que se debe prestar atención especial a lo que se podría denominar servicio postventa, es decir, la oferta de postgrado (que ha aumentado hasta el 46’2%), así como buscar fuentes alternativas de demandantes de estudios superiores como podrían ser estudiantes de otros países, o, por que no, algo que está ya de moda, buscar estudiantes de edades avanzadas. Por otra parte la mayor demanda se sigue centrando en las titulaciones de las Ciencias Sociales y aumenta en las Técnicas, en detrimento de las Humanísticas (si bien debe remarcarse que en la tabla 3 de la página 80 en los datos referidos al curso 98/99 falta un 2% de la matrícula, que podría hacer cambiar esta apreciación).  

Ayudas al estudio universitario. Por José Sánchez Campillo (U. de Granada). Se analiza el sistema de Becas y otras ayudas, y la verdad es que el paisaje es más bien desolador, no ya por el bajo presupuesto destinado, sino por el bajo número de ellas que se conceden, y además por lo que podrían llamarse requisitos de permanencia abusivos en algunos casos. La solución no radica sólo en aumentar el presupuesto, sino que, dado que solicitar una ayuda no es igual a cumplir los requisitos, y en aras a esa igualdad de oportunidades, debería mejorarse el sistema de información, sobre todo a demandantes potenciales, o porqué no becar por adelantado, las bases de datos y la informatización deberían posibilitarlo. Por otra parte, el análisis de los datos por universidades o CCAA resulta difícil, dado que no todas las universidades han proporcionado la información necesaria (en algunos casos falta información de 13 universidades, aproximadamente el 28%).  

La oferta universitaria: enseñanzas, recursos humanos y materiales. Elaborado por Julio Grao (U. del País Vasco). Se analizan la oferta de titulaciones, las diferencias en tasas y las ratios de PDI y PAS. Un dato sobrecogedor: 2086 centros imparten 136 titulaciones (de primer y segundo ciclo), es decir, la media de centros públicos por Comunidad Autónoma es de casi 123, por lo que la oferta no parece escasa –otra cosa es que esté bien distribuida. Otro dato, esta vez anecdótico: el autor comenta que la tercera parte de la oferta de doctorado de la rama técnica se oferta en la Politécnica de Madrid, mientras que la las universidades de Barcelona y la Autónoma de Barcelona no imparten ningún doctorado de esta rama lo que parece lógico porque no imparten titulaciones de esta rama. La pregunta es: ¿quiere esto decir que existen universidades que imparten doctorados en ramas de las que no imparten ninguna titulación?.

La financiación del sistema universitario público de España. De Juan Hernández Armenteros (U. de Jaén). Se trata de un capítulo complementario al de José-Ginés Mora en el que se utilizan prácticamente las mismas tablas de datos de los anexos estadísticos, y se analiza la estructura de los gastos e inversiones de las universidades. El problema radica quizá en que, pese a utilizar las mismas tablas, los porcentajes no coinciden porque se han calculado a partir de datos diferentes, y por ello, a veces, las conclusiones varían. Por ejemplo, José-Ginés en la página 65 dice que el gasto en personal supone cerca del 80% del gasto corriente, mientras que en el capítulo que nos ocupa (pág. 162, gráfico 3) el mismo porcentaje es del 58’36%. Posiblemente esto se deba a que en el primer caso se ha incluido la UNED, mientras que en el segundo no. No obstante, para los que no somos expertos en temas de economía, puede resultarnos un tanto complicado entender o ver de dónde pueden proceder estas diferencias.

Indicadores: información estratégica para el sistema universitario español. Realizado por Tomás Escudero Escorza (U. de Zaragoza). Capítulo que aparece como novedad, y que pretende justificar (creo que de forma adecuada) la pertinencia y necesidad de establecer un sistema de indicadores que ayuden tanto a la mejora de la calidad de las instituciones como a la optimización de recursos, y por qué no, a la toma de decisiones. Describe el listado de indicadores que hasta ahora se ha establecido y que puede verse detalladamente en la página Web del Ministerio de Educación Cultura y Deportes (http://www.mec.es/consejou/indicadores/indicado.pdf). Si bien, debe dejarse claro que, de momento, estos indicadores sólo hacen referencia al bloque de Enseñanza, que es el que está en un estado más avanzado de elaboración, los indicadores de Investigación y Servicios deberán esperar a otra ocasión.

La idea global que se desprende del informe en su totalidad, es quizá, la de que la universidad española no difiere en gran medida de las de nuestro entorno europeo, si bien existen algunos problemas con la financiación, el ajuste entre la oferta y la demanda, las ayudas, etc., que posiblemente afecten también al resto de las universidades (al menos europeas).

La conclusión necesaria pasa por el último de los capítulos, es decir, el desarrollo de un sistema de indicadores completo para la enseñanza, la investigación y los servicios, que ayude a la toma de decisiones por parte de las instituciones, como ya ocurre en los sistemas de educación superior de otros países cercanos al nuestro, y para una próxima edición de este informe hacer el análisis de las universidades conforme a los indicadores propuestos, no con la temida idea del ranking, sino en términos parecidos al informe aquí presentado.


Reina Ferrández Berrueco (Universidad Jaime I)
ferrande@edu.uji.es
2002-Diciembre-4